¿En una situación desesperada? Implicaciones de las tensiones entre Estados Unidos e Irán para el mercado mundial del petróleo
Fuente: https://energypolicy.columbia.edu
RESUMEN EJECUTIVO
En los últimos meses, Irán ha respondido a las crecientes tensiones con los Estados Unidos, particularmente el lanzamiento de la campaña de «presión máxima» contra Irán, atacando a los petroleros y la infraestructura en la región del Golfo Pérsico alrededor del Estrecho de Ormuz (el Estrecho). Estas acciones han sido diseñadas para señalar a los Estados Unidos, los estados del Golfo y la comunidad internacional que la estrategia estadounidense de estrangular económicamente a Irán no será gratuita, y a Arabia Saudita en particular, que es altamente vulnerable a las represalias iraníes.
Como el Estrecho de Ormuz es uno de los puntos críticos de energía más críticos del mundo, las implicaciones de los esfuerzos de Irán merecen un escrutinio y análisis minucioso. Este estudio fue diseñado para examinar tres escenarios de conflicto militar entre Irán y Estados Unidos y evaluar los posibles impactos en los precios mundiales del petróleo, como una representación específica del impacto económico inmediato del conflicto, así como implicaciones estratégicas más amplias. Los tres escenarios son:
- El aumento de las tensiones entre Estados Unidos e Irán que finalmente conducen a un nuevo escenario de «Guerra de petroleros» similar al conflicto de la década de 1980, en el que Irán ataca potencialmente a cientos de barcos en el Golfo Pérsico y el Golfo de Omán durante un período prolongado mientras lanza misiles en el Golfo infraestructura petrolera.
- Una escalada de tensiones entre Irán y los Estados Unidos en la que Irán aumenta significativamente el alcance y la gravedad de los ataques con misiles dirigidos a las principales infraestructuras de petróleo y energía en Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos.
- Un conflicto importante entre Irán y Estados Unidos que incluye daños a la infraestructura petrolera del Golfo y un cierre temporal del Estrecho de Ormuz.
Sus principales conclusiones son:
- El riesgo de una gran confrontación militar entre Estados Unidos e Irán ha aumentado en los últimos meses, pero sigue siendo relativamente bajo, ya que ni Estados Unidos ni Irán quieren la guerra.
- Dicho esto, el ataque del 14 de septiembre de 2019 contra las instalaciones de Abqaiq y Khurais fue un cambio estratégico y muestra que el mayor riesgo es un conflicto militar prolongado de baja intensidad. El hecho de que Irán estuviera dispuesto a llevar a cabo tal ataque fue una sorpresa para la mayoría de los analistas y para el gobierno de EE. UU. Y sus socios del Golfo. El nivel de precisión que mostró en el ataque demostró una competencia técnica que el gobierno de EE. UU. Y los analistas externos no creían que Irán tuviera.
- En los escenarios de conflicto más moderados y probables, es poco probable que las crecientes tensiones entre Estados Unidos e Irán afecten dramáticamente los precios mundiales del petróleo.
- Los costos más profundos en los escenarios más probables no están relacionados con la energía sino con la seguridad. Incluso en los escenarios menos escalables, Estados Unidos se vería obligado a desplegar a largo plazo una gran cantidad de activos aéreos y navales que tendrían que permanecer en el Medio Oriente durante años a un costo de miles de millones de dólares. Tales despliegues eliminarían recursos que de otro modo se dedicarían a gestionar la competencia de gran potencia con China y Rusia. En los escenarios de conflicto más extremos, se esperaría una gran pérdida de vidas y un despliegue militar estadounidense aún más grande y de más largo plazo.
- En el escenario de baja probabilidad de una gran confrontación militar entre Estados Unidos e Irán, los precios mundiales del petróleo se verían dramáticamente afectados, aunque los impactos en los precios no se prolongarían.
- Todos los supuestos sobre los posibles impactos en los precios del petróleo se basan en la suposición de que Estados Unidos protege las rutas marítimas mundiales, pero esa teoría merece un mayor escrutinio. Durante más de una generación, Estados Unidos ha visto la seguridad de las rutas de envío globales que son críticas para el comercio y la energía como un interés vital fundamental. Pero dadas las tendencias aislacionistas en los Estados Unidos y la actitud del presidente Donald Trump de que Estados Unidos debería dejar de suscribir la defensa de sus aliados, es concebible que elija no responder en los tipos de escenarios descritos en este documento o exigir que los países más dependientes de En cambio, el comercio de petróleo del Golfo, especialmente China, aumenta.
- Otro comodín para los precios del petróleo en un escenario de crisis importante serían las políticas impredecibles del presidente Trump con respecto a la Reserva Estratégica de Petróleo. Por lo general, se espera que una administración coordine una respuesta internacional con la Agencia Internacional de Energía (AIE) para liberar el SPR de varios países, pero esto no se puede suponer en la administración actual.
Aunque estas conclusiones son hasta cierto punto reconfortantes, los autores reconocen que un tema clave con cualquier análisis de esta situación es la imprevisibilidad de los Estados Unidos. En el momento presente, ni los adversarios ni los socios de los EE. UU. Saben exactamente qué esperar, y, de hecho, tampoco el gobierno de los EE. UU. Ni sus observadores.
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