Víctor Ternovsky
Las reacciones generadas en América
Latina por los acontecimientos que se
desarrollan en Venezuela, donde el
jefe del Parlamento opositor se
autoproclamó presidente del país,
resultó ser una muestra más de la
fractura que se vive en la región.
Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay y Perú son los países latinoamericanos que apoyan a Juan Guaidó, sumándose al desconocimiento del mandatario, Nicolás Maduro.
Es en este contexto en que abundan los análisis que llegan a constatar el fracaso de la integración latinoamericana
Elena Jiménez, analista geopolítica,
sostiene en un reciente artículo que la
integración regional «parece cada vez
más lelis»
Entre otras cosas, afirma que «Latinoamérica se embarcó en una historia de constantes avances y retrocesos y se mostró incapaz de desarrollar un proyecto integracionista único, con objetivos delimitados competencial y geográficamente y un liderazgo claro»
Ideas semejantes se expresan en el libro América Latina: una integración regional fragmentada y sin rumbo’. Una de sus autoras, la investigadora chilena Consuelo Silva Flores, dijo a Radio Sputnik que en América Latina «no hay ninguna iniciativa de integración de las que se promovieron desde los años 90 que hoy día esté con fuerza, funcionando y con vigencia
Así es el caso del Mercosur, «la iniciativa más importante que surgió en América Latina y la que lleva más años», señaló la experta, al recordar que en 2017 se suspendió a Venezuela como integrante del bloque comercial por sus países miembros, es decir, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, entre quienes tampoco hay mucha coincidencia. Y es que Gobiernos como el de Mauricio Macri o Jair Bolsonaro tienen «la intención de aumentar su vinculación bilateral con EEUU», algo que no responde a intereses de Uruguay que busca «aumentar su vinculación con China».
También resultó fracturada la UNASUR, una iniciativa «mucho más integral que no solamente abordaba los temas económicos sino que también los temas políticos y sociales».
En 2018, se retiraron del bloque Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú, entre otras cosas, «para que Venezuela tome otro rumbo y haya un nuevo Gobierno
El ALBA tampoco se encuentra en su
mejor forma, sino que «está realmente
muy debilitada», de manera que no puede considerarse «una alternativa progresista para el resto de los paises de la region»,indicó Consuelo Silva Flores.
En estas circunstancias, según la experta, urge «una nueva alternativa de integración regional», para lo cual se necesita una seria discusión «desde lo académico, desde lo político y desde lo social» para trazar los elementos sobre los cuales va a sustentarse.
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