Fuente: https://noticiasdelaciencia.com/
Ya no hay duda de que los sistemas fotovoltaicos para autoconsumo serán un elemento de cada vez mayor aceptación y que los tejados de las casas y los techos de los edificios públicos e industriales se irán poblando de paneles solares a corto y medio plazo. El objetivo es explotar al máximo la energía que nos proporciona el Sol gratuitamente, y por tanto cada vez más gente se subirá a este tren imparable que buscará disminuir el coste de la energía para el usuario.
La superficie cubierta por paneles solares aumenta día a día, y se espera que miles de ellos sean colocados en numerosos países en todo el mundo. Ahora bien, dado que se estima que los paneles solares tienen una vida útil de aproximadamente 35 años, dentro de ese tiempo nos encontraremos con un gran número de ellos que habrá que retirar, sustituir y posiblemente reciclar.
Más concretamente, se ha calculado que en 2050 habrá hasta 6 millones de toneladas en forma de desechos procedentes de instalaciones de paneles solares. China será la principal generadora de estos desechos, con Estados Unidos en el segundo lugar. En este último país se ha empezado a investigar y a concienciar a la población y a las autoridades sobre este problema, similar al que se produce con la electrónica de consumo que se ha vuelto obsoleta.
En Estados Unidos son aún pocos los estados que han empezado a poner en marcha procesos de manipulación de estos materiales, en parte porque para hacerlo se necesita energía, que debería proceder también de fuentes renovables.
Según Thomas Yarbrough, de la Missouri University of Science and Technology, la gente es poco consciente del enorme número de paneles que se instalan cada año. En su país, y en apenas los últimos años, la industria de paneles solares ha promediado medio millón de unidades instaladas al día, de modo que, cuando deban ser retirados, habrá muchos de ellos esperando ser reciclados de algún modo.
Pero esto solo acaba de empezar. Estados Unidos solo obtiene el 2,3 por ciento de su electricidad a partir de la energía solar, así que se espera que su uso no haga más que aumentar a corto plazo. Y dado que se espera que la tecnología mejore y ofrezca mayor rendimiento por superficie, los sistemas más antiguos acabarán por ser reemplazados, incluso puede que antes de llegar al final de su vida útil.
Reciclaje de los paneles solares
Según el estudio realizado, el reciclaje de los paneles solares permitirá recuperar entre el 70 y el 75 por ciento de los materiales con los que están construidos. Y con mejoras continuadas, se estima que el reciclaje de estos sistemas pueda alcanzar alrededor del 90 al 95 por ciento.
De los paneles solares viejos se podrán recuperar aluminio, cristal y metales preciosos, pero extraer todos estos materiales requiere un proceso que está limitado y que tiene un coste relativamente elevado. Por tanto, es esencial mejorar las capacidades de reciclaje de los paneles solares, y alcanzar también compromisos que permitan reutilizarlos en otros ámbitos para los cuales aún puedan ser útiles.
Para evitar que sean un problema ecológico, es posible que en el futuro fabricantes y vendedores deban poner en marcha programas de recogida y reciclaje, sin coste para los consumidores, manteniéndose al mismo tiempo una férrea vigilancia sobre a dónde van a parar los paneles solares desechados. Esto ya pasa en algunos países con otros productos, como la pintura, los colchones, las pilas eléctricas o las medicinas caducadas.
En todo caso, el éxito de la generación fotovoltaica deberá ir en el futuro paralelo a un tratamiento sostenible de los equipos obsoletos, o de lo contrario las ventajas de generar electricidad desde una fuente renovable como el Sol se verán empañadas por otras consideraciones ecológicas. (Fuente: NCYT Amazings)
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